miércoles, 25 de marzo de 2009

ESPECIAL ANIMALES EN EXTINSIÓN III PARTE El Jaguar




Su hábitat es la región selvática de la Zona Tropical, prefiere las selvas con ríos y caños. Hoy existen cerca de 2.500 ejemplares, muchos de ellos con cicatrices de disparos por intentos de caza. El jaguar ha sufrido una reducción significativa en su distribución original (Emmons 1990). Su límite al norte ha retrocedido unos 1.000 km y sólo permanece en 33 y 62% de su área de distribución en Centro y Suramérica, respectivamente (Swank & Teer 1989, Hoogesteijn & Mondolfi 1990). En Venezuela, hasta los años cincuenta, el yaguar presentaba una amplia distribución (Hoogesteijn & Mondolfi 1991a). Hoy en día sólo las poblaciones localizadas en los estados Amazonas y Bolívar permanecen relativamente estables; las localizadas en Sierra de Perijá, llanos occidentales, piedemonte andino y delta del Orinoco se encuentran en constante disminución y en la Cordillera de La Costa prácticamente están extintas (Hoogesteijn & Mondolfi 1990, Medina et al. 1992). La mayor presión sobre el jaguar está localizada en la población ubicada en la cuenca del Lago de Maracaibo (Hoogesteijn com. pers.). La especie ha sido declarada Vulnerable de extinción por la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN 1990). En Argentina (Bertonatti & González 1993) y Ecuador (Suárez & García 1986) es considerada En Peligro de extinción, mientras que en Perú su situación es Vulnerable

Principales amenazas: El comercio peletero internacional, la cacería deportiva, el control de depredadores y la sobreexplotación de sus presas, han sido las razones principales de que las poblaciones de yaguar se encuentren tan disminuidas en Venezuela (Mondolfi 1976, Hoogesteijn & Mondolfi 1990, 1991a, 1991b). Sin embargo, actualmente el factor más importante, en cuanto a la disminución que aún experimentan sus poblaciones, es la pérdida de hábitat por deforestación de zonas boscosas con fines forestales y mineros o para su transformación en áreas agrícolas y ganaderas.

La casa del Jaguar
El Jaguar se distribuye por una amplia zona de América, desde el sur-oeste de los Estados Unidos y el sur de Méjico, hasta el sur de Brasil y el norte de Argentina. Se le puede encontrar hasta a 3.300 metros de altitud. Los ejemplares más grandes viven en el estado brasileño de Mato Grosso y los más pequeños en Honduras. La mayoría de los jaguares viven en las partes templadas de Sudamérica, a lo largo de los grandes ríos Paraná, Paraguay y Uruguay. La población más grande se encuentra en la cuenca del Amazonas, donde hay un jaguar adulto por cada 15 km2.



El jaguar vive en montes bajos y zonas boscosas, en orillas de ríos y pantanos rodeados de bosques y en páramos con cañas altas y hierba. Casi nunca se le ve en el centro de bosques o en campo abierto. En la zona alrededor de Buenos Aires que no tiene bosques el jaguar se esconde en la hierba alta o en madrigueras.



Pero en los límites de su zona de distribución el jugar esta en peligro por la creciente destrucción del bosque tropical que está reduciendo su hábitat.
Un carnívoro con una mirada de fuego



El jaguar es el único felino grande de América (Panthera onca) tiene 8 subespecies entre las que se encuentran el Jaguar Yucatán, el Jaguar Panamá, el Jaguar Peruano y el Jaguar del Amazonas. Con su cuerpo macizo y sus enorme patas, a veces, parece un poco torpe. Su gran fuerza es comparable con la del tigre o del león. La longitud de cuerpo desde la cabeza es de 1’10m a 1’90m. La cola mide entre 45cm y 80cm. El peso varía entre 50 kg y 110 kg; algunos machos pueden alcanzar un peso de 135 kg. El pelaje es grueso, resplandeciente y suave que va desde el amarillo hasta un tono marrón rojizo con marcas negras y anillos con puntos negros que están repartidos irregularmente. Estas marcas se funden haciendo rayas en las patas y el cuello. De vez en cuando se encuentran jaguares que aparentan tener un pelaje completamente negro. Sus marcas sólo se pueden ver cuando brillan en el sol.



Como caza el Jaguar
El jaguar es más activo durante el atardecer y la noche. Siendo un corredor de corta distancia bastante rápido caza su presa principalmente en el suelo. Es un gran nadador y puede incluso cruzar ríos con una anchura de varios kilómetros.



Jaguara es una palabra india, que significa el que mata de un salto. El jaguar pasa más del 50% de su tiempo cazando y, entonces, puede cubrir una distancia de 3 o 4 km al día e incluso más durante sequías cuando hay poca comida. El jaguar tiene un territorio fijo que puede cubrir hasta 40 km2.



Su presas son mamíferos de todos los tamaños como tapires, ciervos, monos y el oso perezoso. También caza ranas, tortugas, serpientes e incluso puede atacar a caimanes, aunque sean significantemente mas grandes que él. También come peces y pájaros que tienen sus nidos en el suelo. El jaguar come sus presas pequeñas enteras y de inmediato. Cuando caza una presa grande, come una parte y se retira para hacer una siesta y luego regresa más tarde para acabársela. Si un jaguar mata a un animal fuera del bosque se lo lleva adentro. A veces incluso arrastra su presa a través del río.



Un gato y sus crías
Durante la mayoría del año el jaguar es un animal solitario. Sólo busca un compañero durante la época del celo, que en los trópicos no esta limitado a ninguna estación del año en particular. Entonces pasarán 4 o 5 semanas con la pareja elegida. Durante su apareamiento, frecuentemente se puede oír el rugido del jaguar por toda la selva. El periodo de gestación es de 93 a 110 días. El nacimiento suele ocurrir durante la estación de lluvia, cuando hay mucha comida y entre los matorrales impenetrables de la selva. La hembra alumbra de 1 a 4 crías ciegas. Pesan entre 700 gr y 900 gr. Después de 2 semanas abren los ojos. Al principio la madre y sus crías viven en una madriguera en el suelo o en un árbol y, en situaciones de peligro, traslada las crías con la boca. Después de 6 semanas, los pequeños acompañan a su madre en sus excursiones. A partir de los 3 a 6 meses dejan de mamar. Después viven y cazan con su madre durante 2 años. Alcanzan su tamaño máximo y madurez sexual a los 3 o 4 años.
La esperanza de vida de un jaguar en cautividad es de 22 años. En el entorno salvaje probablemente es de 10 años, excepto en raras ocasiones que puede llegar hasta los 20 años.

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